Tanto joder con algunas cosas que se hacen costumbre.
Y resulta que ando siempre a la espera (desespera) de las cosas bellas de la vida, con la premisa de que "lo que es lindo es lindo", " lo que es bello es bello", con una premisa estética y ética bastante retorcida que me llena de pasiones y me desvela a menudo.
Confirmo sitemáticamente que hay situaciones, fragancias, sabores, emblemas, íconos, músicas, que me cambian el ánimo para bien, y les deseo a todos los seres (que deseen ser parte de este mundo de cuento de hadas en el que creo vivir y trato de construir a diario) esa posibilidad... la de conseguir en la vida... personas que te hagan morir de risa; amores que te roben el aliento y te lo devuelvan en un beso; festines para saborear más, siempre más, comidas nuevas, especias exóticas, brebajes inesperados; unos simples jazmines en una mesa de tu casa que te recuerde que llegaste al hogar; melodías transportadoras, relajantes, excitantes, diversas; estandartes por los que luchar, una manada que sea propia, por la que pelearías contra el mundo; imágenes fuertes que te despierten, que te recuerden que se puede seguir, parar, volver a arrancar...
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